Buscáis encontrarle sentido mediante diagnósticos. Buscáis consolar diciendo lo siento. Buscáis llenar lo que ya no se puede llenar.
Pero nunca encontraremos el porqué. Porqué se tuvo que marchar. Porqué se fue sin que nada la retuviese aquí. Porqué pasó de los abrazos y los besos, a palabra y recuerdo. Darle sentido a la vida mediante pérdidas, momentos y recuerdos. Tuyos, tuyos y de nadie más. Algo que no puedes compartir con nadie más que con tu propia mente, ya que nadie lo va a entender. Vacío.
Todo lo que nos enseñaste a cada uno de nosotros, todo el cariño que nos diste.
Lo añoro. Lo añoramos todos. Nos aferramos a recuerdos del pasado. Alguien que nos vio crecer.
Alguien a quien abrazabas sin cansarte. Su felicidad se construía de ver felices a los de su alrededor, aunque tuviese que hacer cualquier cosa.
Y se fue apagando, lentamente. Dolorosamente. Sin vitalidad, sin fuerzas, sin palabras. Y de pronto, de la noche a la mañana, se extinguió.
Y sin embargo, cada día nos hace mas falta.
Y parece mentira la diferencia que hay en un simple movimiento natural. En lo efímero y en lo infinito. Lo conocido y lo que es una simple suposición.
Gracias por haberme visto crecer y por enseñarme a vivir principalmente. Inalcanzable, sí. Pero sé que desde donde quiera que estés, de alguna manera, sigues cuidándome.
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gracias